He decidido crear este blog porque me he marcado un objetivo, y sé que es más probable que lo cumpla si mantengo la constancia de ir escribiendo aquí mis progresos al respecto. Mi meta no es escalar el Himalaya, llegar a presidenta de la ONU ni fundar mi propia cadena de librerías (aunque no estaría mal). Nada de eso. Lo que persigo es celebrar la próxima Nochevieja con un chico especial en vez de tener que pasarla otra vez con mi familia, soportando que mi primo pequeño cante villancicos a grito pelado mientras Belén Esteban da las campanadas.
Empieza mi cuenta atrás. Ready, steady, go!

miércoles, 24 de febrero de 2010

Cursi

Así estoy hoy, cursi. ¿Nunca os habéis levantado con ganas de poneros un vestido con vuelo y asistir a un baile de esos con lámparas de araña? Igual no, a lo mejor es que yo soy rara. A veces me pregunto si no tendré un trastorno bipolar sin diagnosticar que me hace cambiar de humor como de camisa, no me entiendo ni yo.
Esta tarde hay café de nuevo, espero traer noticias felices mañana y no otra crónica de mi aburrimiento con todo lujo de detalles. ¿Y si me gustan las mujeres? ¿Puede ser que por eso no tenga novio todavía, a pesar de mi respetable edad? No sé. Todo podría ser, cuando una está cursi lo único que apetece hacer es darle vueltas al coco. Lástima que tenga que estudiar.


Está sonando... I hate this part, de las Pussycat Dolls.

1 comentario:

  1. yo quise hacerme el cursi una vez tomando cafe en casa de un amigo.Sostenia la taza con una mano y con la otra el plato como las señoronas refinadas.El plato se me resbalo, se cayo al suelo y entonces con la otra mano hice ademan de recogerlo.Se cayo la taza tambien.Me llene la camisa de cafe, y arruine la tapiceria del sofa, aparte de dejar a mi amigo con una taza y un plato menos.Desde entonces deje de hacer el cursi.

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